"[...] Recuerdo que en la corte expiatoria había una señora muy bella, siempre rodeada de niños que jugaban alrededor de una mariposa gigante de cristales multicolores. Era Aurelia, la mariposa gnóstica.
La gnosis representa en sí misma, como fuente inagotable de sabiduría y ofrendas, todo aquello que cada uno desearía.
Estos dos patios intercomunicados a través del pequeño sendero escondido, llamado "sendero estrecho de la nostalgia", representaban el centro fabuloso en el cual se unían dos mundos secretos: uno perteneciente a las disciplinas talmúdicas y el otro a las filosofías esotéricas judeogrecoorientales. Todo este dédalo de escaleras, senderos, cortes y patios se llamaba el "serrallo de las bellas ideas" o también el "serrallo de los judíos". En este hermosísimo lugar, mis compañeros de juegos eran niños hebreos, diestros en el arte de contar las cosas antiguas y en escalar los muros de los cercados prohibidos. Las muchachitas, además, tenían unas sonrisas inquietantes que yo leía en sus ojos a la sombra dorada de los desvanes. Fueron ellas las primeras que me enseñaron los Abraxas de Basílides y los símbolos pitagóricos, las serpientes lunares y los dibujos de Menader y Saturninos. Fue en aquellos patios donde oí por vez primera los nombres de Simón el Mago, Mani, Orígine, Arius, Valentinus, Justino, Capócrates, Epifanio, Tertuliano, Agostino, Hipatia y tantos otros.
Fue en aquel lugar encantado donde supe también de las clavículas de Salomón y de la esmeralda de Satanás, de la que la tradición hermética cuenta que cayó de la frente del ángel del mal y se convirtió en el símbolo de la "Ciencia maldita" entre los hombres. [...]"
Hugo Pratt (1927-1995)
Fragmento de la introducción al álbum Fábula de Venecia (1977)
1 http://www.cortomaltese.com/
2 http://es.wikipedia.org/wiki/Corto_Malt%C3%A9s
3 http://www.masdeviajes.com/noticia.cfm?noticiaid=788
La gnosis representa en sí misma, como fuente inagotable de sabiduría y ofrendas, todo aquello que cada uno desearía.
Estos dos patios intercomunicados a través del pequeño sendero escondido, llamado "sendero estrecho de la nostalgia", representaban el centro fabuloso en el cual se unían dos mundos secretos: uno perteneciente a las disciplinas talmúdicas y el otro a las filosofías esotéricas judeogrecoorientales. Todo este dédalo de escaleras, senderos, cortes y patios se llamaba el "serrallo de las bellas ideas" o también el "serrallo de los judíos". En este hermosísimo lugar, mis compañeros de juegos eran niños hebreos, diestros en el arte de contar las cosas antiguas y en escalar los muros de los cercados prohibidos. Las muchachitas, además, tenían unas sonrisas inquietantes que yo leía en sus ojos a la sombra dorada de los desvanes. Fueron ellas las primeras que me enseñaron los Abraxas de Basílides y los símbolos pitagóricos, las serpientes lunares y los dibujos de Menader y Saturninos. Fue en aquellos patios donde oí por vez primera los nombres de Simón el Mago, Mani, Orígine, Arius, Valentinus, Justino, Capócrates, Epifanio, Tertuliano, Agostino, Hipatia y tantos otros.
Fue en aquel lugar encantado donde supe también de las clavículas de Salomón y de la esmeralda de Satanás, de la que la tradición hermética cuenta que cayó de la frente del ángel del mal y se convirtió en el símbolo de la "Ciencia maldita" entre los hombres. [...]"
Hugo Pratt (1927-1995)
Fragmento de la introducción al álbum Fábula de Venecia (1977)
1 http://www.cortomaltese.com/
2 http://es.wikipedia.org/wiki/Corto_Malt%C3%A9s
3 http://www.masdeviajes.com/noticia.cfm?noticiaid=788
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