27 de enero de 2009

Hagakure

Fotografía de guerreros samuráis de la provincia de Satsuma
durante la guerra Boshin
(Tomada de Wikipedia)


"Hace tan solo cincuenta o sesenta años los samuráis hacían sus abluciones cada mañana, se afeitaban la cabeza y perfumaban su moño. Seguidamente, se cortaban las uñas de manos y pies, las limaban con piedra pómez y las pulían, en fin, con la hierba Kogane. Jamás mostraban el menor signo de pereza para hacer esto y siempre se cuidaban mucho de estar aseados.

El samuray comprobaba seguidamente su sable largo y su sable corto, para asegurarse de que no les afectara la herrumbre. Les quitaban el polvo y los limpiaban para que reluciesen.

Tomarse tanto cuidado por las apariencias pudiera considerarse una manifestación de fatuidad, pero esta costumbre no se debe simplemente a una inclinación por la elegancia o lo novelesco. En cualquier momento se le puede llamar para que libre una dura batalla; y si encuentra la muerte en un estado de descuido personal, será prueba de que ha relegado sus buenas costumbres y se hará merecedor del desprecio del adversario. Por eso, tanto los viejos como los jóvenes samuráis se cuidan mucho de su atuendo. Tal comportamiento puede parecer una pérdida de tiempo, o una ocupación muy trivial, pero forma parte de la vida de un samuray.

En realidad, todo ello requiere menos tiempo y esfuerzo del que parece. Si un samuray está dispuesto a morir, debe pensar que ya está muerto; si es diligente en su servicio y se perfecciona en las artes militares, jamás se cubrirá de vergüenza. Pero si se pasa el tiempo haciendo solo lo que le place, se verá deshonrado en el momento de la prueba. Y ni siquiera será consciente de su propio deshonor. Si nada le importa, excepto el hecho de no ponerse en peligro y de sentirse feliz, se dejará llevar de forma vergonzosa hacia un estado verdaderamente lamentable.

Es seguro que un samuray que no está preparado para morir, morirá de muerte poco honorable.

Pero desde el momento en que consagra su vida a preparar su muerte, ¿cómo podría tener un comportamiento deleznable? Deberá pensar seriamente en esto y, en consecuencia, adecuar su conducta a tal fin.

En estos últimos treinta años las cosas han cambiado mucho. En nuestro tiempo, cuando se reunían los jóvenes samuráis, se hablaba de dinero, de beneficios y pérdidas, de la forma de gobernar la casa, o del criterio necesario para saber juzgar el precio de una indumentaria, y se intercambiaban frases picarescas. Si surgía cualquier otro tema, se estropeaba el ambiente y todos se sentían incómodos. Pero ¡a qué lamentable estado han llegado las cosas! Entonces, a la edad de veinte o treinta años, un hombre no pensaba en absoluto en cosas materiales o poco delicadas, y tampoco hablaba de ellas. Si, por casualidad y en su presencia, los hombres de edad madura dejaban escapar de sus labios alguna expresión inadecuada, ese joven se sentía tan afectado como si hubiera recibido una herida física.

La tendencia actual parece que se ha contaminado de lo que los tiempos modernos consideran el máximum: el lujo y la ostentación. Solo el dinero tiene importancia.

Es algo manifiesto que si los jóvenes no tuvieran ese gusto por el lujo, incompatible con su situación, desaparecería tal equivocada actitud.

Por otro lado, alabar como ricos en recursos a los jóvenes que muestran una disposición sobria y económica, es algo totalmente deleznable. La frugalidad equivale a la falta de sentido del 'GIRI', u obligaciones sociales y personales. ¿Es necesario que añada que un samuray que olvida sus obligaciones con los demás es un ser indigno, despreciable y sin temple?"


Yamamoto Tsunetomo (1659-1719)
HAGAKURE (1710-1717)

Esta edición del Hagakure fue publicada por EDAF (por acuerdo con Guy Trédaniel Éditeur) en 2000. El autor figura como Jocho Yamamoto. La traducción -una de las más acertadas que he podido encontrar- es de Mario Lamberti.

21 de enero de 2009

Vídeo: Playing For Change


Feliz día.

Álvaro (un compañero de la oficina) me acaba de enviar el enlace a un estupendo vídeo que hay colgado en YouTube y que lleva por título Playing For Change: Song Around The World "Stand By Me". Como podréis comprobar, el vídeo muestra a varios músicos callejeros, en distintos lugares del mundo, interpretando su particular versión de la canción Stand By Me.

Lo realmente interesante es el modo en que los autores mezclan las múltiples pistas de audio que han ido grabando hasta componer una nueva versión del tema "por sumas de escaleras", que diría el desaparecido Hilario Camacho. Es decir, la forma en que construyen una nueva pieza musical trabajando con cada una de las grabaciones realizadas de manera independiente.


Este vídeo ha sido extraído del documental Playing For Change: Peace Through Music (que, traducido libremente al español, significa "Tocando por el cambio: Paz por medio de la música"). En realidad, entiendo que lo de Playing For Change es un juego de palabras (Change -cambio- refiere tanto a esas monedas sueltas que llevamos como "cambio", y que en ocasiones echamos a las fundas abiertas de los instrumentos de los músicos callejeros, como a el "cambio" del que tanto se habla últimamente, en parte gracias a un tal Obama, y que nunca, nunca llega por mucho que lo esperemos). Como veis, el juego de palabras es válido tanto en inglés como en español.

El documental ha sido dirigido por Mark Johnson y Jonathan Walls, y producido por la compañía estadounidense Timeless Media. La canción original fue adaptada por Ben E. King, Jerry Leiber y Mike Stoller a partir de un tema gospel de 1955, interpretado por The Staples Singers. Aunque en principio la pieza se escribió para The Drifters, en última instancia King decidió grabarla y su famosa versión fue lanzada al mercado como sencillo en 1961. La misma versión fue de nuevo editada en 1986, debido sobre todo al estreno, ese mismo año, de la película Stand By Me ("Cuenta Conmigo"), dirigida por Rob Reiner y basada en una de las novelas del genial Stephen King.

Besoles para todos.


13 de enero de 2009

Música: Go Lem System

Buenas noches.

Hace algunos años, durante la primera edición del Festival de cortometrajes y videoclips Átalo en Corto, pude escuchar una canción de Go Lem System titulada Pura Sangre. Desde el primer momento me fascinó; creo que transmite de manera muy efectiva y directa el cosmopolitismo, el activismo social y el buen rollo característicos de los Artistas del Chango.

Podéis escucharla, descargarla y compartirla a través del Chinchibox:
http://www.box.net/shared/mgsj4c83x6

Pura Sangre fue incluida en el LP Cacería, editado en 2006 por la discográfica barcelonesa K Industria. Se trata del cuarto disco de la banda (el quinto si tenemos en cuenta la reedición de su cuarto LP, Viaje, que llevaron a cabo en 2004). Cacería está dedicado al hospital José T. Borda, el psiquiátrico de Buenos Aires desde donde emite la ya célebre estación de radio La Colifata.

Un gran abrazo; os quiero.


1 http://www.myspace.com/golemsystem
2 http://www.kindustria.com/
3 http://es.youtube.com/watch?v=1uT3Xdn2-ck

8 de enero de 2009

Frío

Ilustración de Élena Nazzaro

Hola otra vez.

En casa, durante el invierno, hace mucho frío: no tengo calefacción y estas viejas ventanas de madera no cierran del todo bien. El aire de Enero se cuela por sus rendijas como la niebla amarilla de Eliot o aquella en la que, en ocasiones, solía transformarse el conde Drácula. Así que investigo; resuelvo informarme al respecto y tratar de buscar una posible solución al problema del frío.

La Real Academia Española contempla once acepciones probables para la palabra frío. La séptima de ellas recoge lo siguiente: "Sensación que se experimenta ante un descenso de temperatura.". La wikipedia coincide con la mayoría de los portales sobre ciencia y define frío como "la ausencia total o parcial de calor". Casi todas las páginas científico-prácticas hablan de frío refiriéndose a la sensación que experimentamos cuando perdemos calor.

Resulta curioso. Me pregunto si, tal vez, esté perdiendo calor en lugar de estar pasando frío. Perder calor es, sin duda, más molón que pasar frío. Suena más poético, más atractivo. Ahora ya no tengo frío; pierdo calor. Averiguo que "molón" está incluida en el diccionario de la RAE.

Busco "calor"; sólo tiene seis acepciones (el marcador está 11-6). La primera de ellas dice que el calor es la "Sensación que se experimenta ante una elevación de temperatura.". Nada que objetar; se me ocurre que si estuviera a veinte grados bajo cero y la temperatura se elevase un grado, hasta diecinueve grados bajo cero, no por ello experimentaría calor, desde luego. Pero entiendo que podría ser una falacia.

Wikipedia y portales sobre ciencia coinciden de nuevo, y definen calor como "una forma de energía asociada al movimiento de los átomos, moléculas y otras partículas que forman la materia". Según he podido leer, la temperatura de un cuerpo está directamente relacionada con su nivel de agitación molecular -a mayor agitación, mayor temperatura-, mientras que el calor es simplemente la energía necesaria para hacer agitarse a esas moléculas.

Así que, cuando sentimos frío, lo que en realidad sucede es que estamos perdiendo al menos parte de la energía necesaria para hacer que nuestros átomos, moléculas y demás partículas sigan agitándose o se pongan a ello.

Entonces me surge otra pregunta: ¿existe algún modo, disociado de cualquier artefacto capaz de emitir calor, de agitar nuestras moléculas? Es decir, ¿puedo hacerlo aquí y ahora?

Entonces leo que hay dos maneras de provocar la agitación de nuestras moléculas: la primera consiste, básicamente, en la transferencia de calor de un cuerpo a otro. Pero como en casa no hay ningún cuerpo (ni materia alguna) con una temperatura mayor que la mía, ni aparato que la origine, no me sirve. La segunda forma de agitar moléculas es por medio del trabajo mecánico (si tenemos las manos frías, podemos frotarlas rápidamente entre sí para hacerlas entrar en calor). Me froto las manos.

Aunque existen otros modos. Leo en otra página que hay diferentes tipos de energía que pueden transformarse en energía térmica (calor): la energía mecánica (citada anteriormente); la energía eléctrostática (mis maravillosos radiadores eléctricos que apenas calientan); la energía química (presente en los alimentos, y que es transformada en calor al consumirlos); la energía electromagnética (la luz del Sol); la energía nuclear ( ); y... el sonido.

Es de noche, así que me pongo algo de música y decido terminar la caja de polvorones. Creí que podría llegar a hacer magia, y he acabado medio sordo y con la boca seca.


4 de enero de 2009