La constante de Chaitin (Ω) es un número entre 0 y 1 que representa la probabilidad de que un programa elegido al azar detenga corectamente a una máquina de Turing determinada. Se trata de una constante no computable; es posible conocer los primeros decimales, pero a partir de cierto decimal (que depende de la codificación elegida) no es posible conocer más decimales.
La constante de Chaitin no se puede calcular, y tampoco posee estructura alguna; es puro azar, a pesar de estar perfectamente definido.
Como dijo Chaitin, "para obtener los n primeros bits de Ω se necesita una teoría de n bits, de complejidad igual al fenómeno que se quiere estudiar. Eso significa que no se gana nada razonando".
Ante ciertos problemas, o en determinadas ocasiones, la razón no sirve de nada. Es entonces cuando aprendemos a apreciar, en su justa medida, el valor del azar. Razón y azar forman parte de nosotros; ambos nos mueven, suceden, seducen y mienten al igual que los días.
Esta última noche de Agosto conjuro un blog abierto, una inconstante incomputable, una incógnita incalculable y desestructurada, una definición indefinida de mí mismo y de ti mismo; en definitiva, azar puro. Que encuentres o no lo que estás buscando depende únicamente de lo que esperes, pero recuerda que no por razonar gozarás de ventaja alguna.
Bienvenidos todos. Que aquí tienen cabida todas las verdades y mentiras del mundo, todos los días y maneras.
Disfruta. Actúa. Sueña. Ama.
Y, sobre todo, juega.
La constante de Chaitin no se puede calcular, y tampoco posee estructura alguna; es puro azar, a pesar de estar perfectamente definido.
Como dijo Chaitin, "para obtener los n primeros bits de Ω se necesita una teoría de n bits, de complejidad igual al fenómeno que se quiere estudiar. Eso significa que no se gana nada razonando".
Ante ciertos problemas, o en determinadas ocasiones, la razón no sirve de nada. Es entonces cuando aprendemos a apreciar, en su justa medida, el valor del azar. Razón y azar forman parte de nosotros; ambos nos mueven, suceden, seducen y mienten al igual que los días.
Esta última noche de Agosto conjuro un blog abierto, una inconstante incomputable, una incógnita incalculable y desestructurada, una definición indefinida de mí mismo y de ti mismo; en definitiva, azar puro. Que encuentres o no lo que estás buscando depende únicamente de lo que esperes, pero recuerda que no por razonar gozarás de ventaja alguna.
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