A veces, procuraba lo mínimo.
Me mecía en su hamaca de lirios de río.
Le llamaba tímido,
pronunciando aquel nombre
que le puse en calma, como distraído.
Mesaba su pelo con mano de hombre
y de sus labios huían suspiros furtivos.
Fui un turista accidental en su vida;
su recuerdo de mí moría de risa
al solaz de un viejo álbum de fotografías.
Ahora, en tardes rojas, pienso en ella
y en la cósmica paz de su terraza...
...y es que, a veces, procuraba lo mínimo.
Otras me amaba tanto que el tiempo
crujía, revelando límites cíclicos.
1 de septiembre de 2007
31 de agosto de 2007
La constante de Chaitin
La constante de Chaitin (Ω) es un número entre 0 y 1 que representa la probabilidad de que un programa elegido al azar detenga corectamente a una máquina de Turing determinada. Se trata de una constante no computable; es posible conocer los primeros decimales, pero a partir de cierto decimal (que depende de la codificación elegida) no es posible conocer más decimales.
La constante de Chaitin no se puede calcular, y tampoco posee estructura alguna; es puro azar, a pesar de estar perfectamente definido.
Como dijo Chaitin, "para obtener los n primeros bits de Ω se necesita una teoría de n bits, de complejidad igual al fenómeno que se quiere estudiar. Eso significa que no se gana nada razonando".
Ante ciertos problemas, o en determinadas ocasiones, la razón no sirve de nada. Es entonces cuando aprendemos a apreciar, en su justa medida, el valor del azar. Razón y azar forman parte de nosotros; ambos nos mueven, suceden, seducen y mienten al igual que los días.
Esta última noche de Agosto conjuro un blog abierto, una inconstante incomputable, una incógnita incalculable y desestructurada, una definición indefinida de mí mismo y de ti mismo; en definitiva, azar puro. Que encuentres o no lo que estás buscando depende únicamente de lo que esperes, pero recuerda que no por razonar gozarás de ventaja alguna.
Bienvenidos todos. Que aquí tienen cabida todas las verdades y mentiras del mundo, todos los días y maneras.
Disfruta. Actúa. Sueña. Ama.
Y, sobre todo, juega.
La constante de Chaitin no se puede calcular, y tampoco posee estructura alguna; es puro azar, a pesar de estar perfectamente definido.
Como dijo Chaitin, "para obtener los n primeros bits de Ω se necesita una teoría de n bits, de complejidad igual al fenómeno que se quiere estudiar. Eso significa que no se gana nada razonando".
Ante ciertos problemas, o en determinadas ocasiones, la razón no sirve de nada. Es entonces cuando aprendemos a apreciar, en su justa medida, el valor del azar. Razón y azar forman parte de nosotros; ambos nos mueven, suceden, seducen y mienten al igual que los días.
Esta última noche de Agosto conjuro un blog abierto, una inconstante incomputable, una incógnita incalculable y desestructurada, una definición indefinida de mí mismo y de ti mismo; en definitiva, azar puro. Que encuentres o no lo que estás buscando depende únicamente de lo que esperes, pero recuerda que no por razonar gozarás de ventaja alguna.
Bienvenidos todos. Que aquí tienen cabida todas las verdades y mentiras del mundo, todos los días y maneras.
Disfruta. Actúa. Sueña. Ama.
Y, sobre todo, juega.
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