18 de octubre de 2009

Poesía: Omar Jayyam


7

¡Aquel palacio donde Djamshid alzó la copa,
dio a luz el ciervo y el zorro se calmó!
Bahram que toda la vida cazó cebras…
Mira cómo la tumba a Bahram cazó.*


18

Como agua en el arroyo o viento en el oasis,
los días uno, dos y tres del paso de la vida.
Mas hay dos días que no turban mi juicio:
el día que ha de ser y el día que ha partido.


21

¿Hasta cuándo construiré con adobe sobre el mar?
Los idólatras del templo me causan hastío.
¿Quién dijo que Jayyam irá al infierno?
¿Quién fue al infierno y quién del cielo ha venido?


64

Dejaremos de ser y harto tiempo seguirá el universo.
Ni nombre ni señal de nosotros habrá.
Antes no existíamos y no había defecto.
Sucederá lo mismo cuando ya no estemos.


99

Trae en sencillo cristal aquel granate,
que del ser libre confidente es y amigo.
Sabes que el tiempo del ciclo terrenal
viento es que raudo pasa. Trae vino.


119

Desde la materia del barro a la gloria de Saturno,
de los grandes problemas hallé la clave.
Desaté con trucos todos los nudos fuertes.
Desaté todo lazo, excepto el lazo de la muerte.


OMAR JAYYAM (c. 1048-c. 1123)
Rubayat (1461**)


La traducción es de Clara Janés y Ahmad Taheri.

* Djamshid, fundador esotérico del reino persa, fue un rey legendario "en cuya copa se vertía todo el universo". Bahram es un cazador mítico persa del que se cuenta que murió sin haber podido dar caza al onagro o asno salvaje. La última estrofa juega con las palabras, ya que, en persa, "cebra" y "tumba" son palabras homónimas. Ya sabéis que, en lingüística, los homónimos son aquellas palabras que, siendo igual que otra en la forma, tienen distinta significación. Lo que tal vez algunos no sepáis, es que "cebra" y "tumba" son homónimos absolutos, ya que únicamente se diferencian por su significado, y no por su categoría gramatical (ambos son sustantivos). De los homónimos que se diferencian tanto por su significado como por su categoría gramatical -"llama" (verbo) y "llama" (sustantivo)- se dice que son homónimos parciales.

** Según he podido averiguar, la primera "publicación" conocida que reúne los poemas que componen el Rubayat es un manuscrito llevado a cabo en Shiraz en 1461, y guardado en la Biblioteca Bodleyan de la Universidad de Oxford.

En el Cuaderno de bitácora estelar tenéis más información sobre Omar Jayyam.

Abrazos para todos.

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